Los BOSQUIMANOS (“gente de bosque”) son un pueblo originario del sur de África, los primeros pobladores del desierto de Kalahari. Su forma tradicional de vida, basada en la caza y en la recolección, les ha permitido sobrevivir durante miles de años en perfecta armonía con la naturaleza, en comunidades y grupos familiares pequeños.
Su historia más reciente es sumamente dolorosa. Han sido perseguidos, oprimidos, asesinados y expulsados de sus tierras por el gobierno de Botswana en los años 80, sin que su dolor fuera escuchado en el resto del mundo. La población descendió desde varios millones a aproximadamente 100.000 personas. La idea colonialista de que son un pueblo primitivo que debe ser desarrollado, y la codicia por los recursos naturales y minerales de su tierra son algunas de las causas de este problema. Numerosas ONG han colaborado con ellos a lo largo de los años, pero sin tocar a fondo el problema. Sin embargo, los Bosquimanos han plantado cara y han planteado que quieren decidir por ellos mismos su propio destino, exigiendo que les sean reconocidos los derechos que, como pueblo originario, tienen sobre sus tierras.
Actualmente el problema continúa, pero los Bosquimanos han conseguido ser escuchados, y han planteado una vez más al mundo si los pueblos indígenas pueden ser forzados a un modelo de “desarrollo” que en lugar de ayudarles, les destruye.
Su historia más reciente es sumamente dolorosa. Han sido perseguidos, oprimidos, asesinados y expulsados de sus tierras por el gobierno de Botswana en los años 80, sin que su dolor fuera escuchado en el resto del mundo. La población descendió desde varios millones a aproximadamente 100.000 personas. La idea colonialista de que son un pueblo primitivo que debe ser desarrollado, y la codicia por los recursos naturales y minerales de su tierra son algunas de las causas de este problema. Numerosas ONG han colaborado con ellos a lo largo de los años, pero sin tocar a fondo el problema. Sin embargo, los Bosquimanos han plantado cara y han planteado que quieren decidir por ellos mismos su propio destino, exigiendo que les sean reconocidos los derechos que, como pueblo originario, tienen sobre sus tierras.
Actualmente el problema continúa, pero los Bosquimanos han conseguido ser escuchados, y han planteado una vez más al mundo si los pueblos indígenas pueden ser forzados a un modelo de “desarrollo” que en lugar de ayudarles, les destruye.
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